SINOPSIS

Mientras haya vida, habrá evolución

___________________________________________________________________

Actualmente nos hemos formado una idea de lo que somos nosotros mismos mucho más lejana de lo que es la realidad. Pensamos que los seres humanos son los más inteligentes e imprescindibles en todo el universo, pero en realidad debemos cambiar algunas de estas ideas que forman la base de todo nuestro edificio conceptual, de nuestra manera de entendernos y entender el mundo.

Tal y como afirmó Darwin en su teoría de la evolución, los animales han evolucionado de los homínidos ya desaparecidos, aunque no fue hasta el 1950 socialmente aceptado que venimos de los micos (homínidos). Y desde entonces la paleontología, la antropología, la biología y la física no ha parado de darnos pruebas (evidencias de la evolución)* de que nuestros antepasados aparecieron en África hace 7 millones de años, de alguna forma primitiva, similar a la de los chimpancés, ya que tanto ellos como nosotros descendemos de este antepasado común, solo que nosotros evolucionamos en una dirección que dio lugar a la humanos y ellos, en la misma época, evolucionaron en la línea que acabó dando lugar a los chimpancés. Aunque nunca lo llegó a escribir, como conclusión lógica de su razonamiento, el ser humano fue creado sin ninguna necesidad de intervención, es decir, no fue creado por Dios. Pero, ¿a que es debida esta evolución? Según lo describe Darwin, el simbiogismo, lo que él llama como la selección natural, que da lugar a un nuevo organismo con éxito evolutivo. Hemos desarrollado bastante nuestra capacidad de conocimiento, aunque muchas cosas continuamos sin saber, y que posiblemente nunca sabremos. Para hacernos una idea de lo que eso supone, cabe decir que nuestro planeta depende de microorganismos, ellos son mucho más importantes que nosotros, por lo tanto la concepción que tenemos de nosotros mismos como seres superiores, es un error en el que desde principio de la historia el ser humano ha caído.

Por lo tanto queda como obvio que nuestra existencia en la vida es mucho más pequeña, y nuestra capacidad de conocimiento es limitada, pero siempre nos queda como esperanza que mientras haya vida, habrá evolución.

Evidencias de la evolución

• Paleontológicas: aquellas que se derivan de los descubrimientos de los restos fósiles dejados por las especies que habitaron la tierra.

Anatómicas: pruebas que señalan el parentesco entre distintos seres vivos, al realizar un estudio comparativo de sus órganos.

• Embriológicas: estudios que demuestran las similitudes en las etapas del embrión de distintos animales.

• Bioquímicas: son estudios que demuestran las semejanzas entre las biomoléculas que forman parte de diferentes seres vivos, comprobándose que son muy semejantes entre algunas especies, lo que apunta a su origen común y que, por el contrario, conforme la distancia evolutiva se hace mayor, las semejanzas desaparecen gradualmente.






• Biogeográficas: estudio de las áreas de distribución de las especies muestra que cuanto más alejadas y/o aisladas están dos áreas geográficas, más diferentes son las especies que las pueblan, aunque ambas áreas tengan unas condiciones ecológicas similares (como el ártico y la Antártida, o la región mediterránea y California).